Cualquier aficionado al mundo de la tauromaquia es capaz de distinguir de un simple vistazo lo que es un capote de lo que es una muleta. No solo por su aspecto, sino porque cada uno de ellos se emplea en un tercio de la lidia y los lances y pases son completamente distintos en su ejecución. Sin embargo, hay muchas diferencias entre capote y muleta. La variedad de matices que los diferencian son muchas.
Características del capote
El capote de brega, que hay que distinguir del de paseo, tiene forma de capa, es de una tela rígida y pesada y se emplea en los dos primeros tercios de la lidia. Originariamente era de lana, pero hoy en día se emplean sobre todo materiales sintéticos, aunque tratados para que adquieran esa consistencia y peso que los diestros necesitan para realizar los lances.
Lances que con el capote son tan variados como vistosos. Quién no ha oído hablar o ha disfrutado de las chicuelinas, verónicas y medias verónicas o serpentinas; o a quién no se le corta la respiración cuando el torero recibe al toro a porta gayola. Ninguno de ellos sería posible sin el capote.
Como curiosidad, cabe señalar que, de la razón de sus colores, fucsia y amarillo, hay varias explicaciones. Por un lado, se alude a su origen, una capa que vestían los ayudantes de los rejoneadores en la Edad Media y que era de color rojo y una lana que recibía el nombre de lamparilla. Por otro, también se habla de la buena suerte que se asocia al rosa y la mala al amarillo y que representaría algo así como el triunfo o el fracaso.
Por su puesto, cada maestro es especial, por eso algunos prefieren las vueltas del capote no en amarillo, sino en otros colores como el morado, el azul o incluso el verde. También puede variar la medida y el peso, que puede llegar a los 4 kilos.
Y en cuanto al capote de paseo, aunque tiene la misma forma que el de brega, es mucho más lujoso y suele estar exquisitamente decorado. Su función es meramente estética y solo se usa para hacer el paseíllo.
Características de la muleta
A diferencia del capote, la muleta se emplea únicamente en el último tercio de la corrida. No es lo único que la distingue. También es más pequeña y mucho más ligera (alrededor de 1,5 kg), de ahí que se emplee con una sola mano, algo imposible con los capotes. Para ello, además, va armada con un palo de madera y se acompaña de un estoque.
Las muletas también tienen un color diferente. Originariamente eran blancas, pero hoy en día son rojas por ambas caras y están fabricadas normalmente de estambre de lana, que proporciona una buena caída.
El toreo de muleta, por otra parte, es completamente diferente al de capote. Sin embargo, permite pases de ejecución también complicada, elegantes y vistosos: pases de pecho o cambiados, naturales, molinetes, manoletinas…
Más allá de las diferencias
Muletas y capotes no son lo mismo, evidentemente, pero hay cuestiones en las que no se diferencian. La principal: que conviene elegirlos bien. Más allá de gustos o de pequeñas manías o incluso supersticiones, unos y otros deben adaptarse en medidas y en peso a la persona que los va a utilizar. Y también a su experiencia y a su forma de torear.
Por supuesto, también es importante fijarse en la calidad, tanto del tejido como de las puntadas. El precio puede variar de manera importante, pero hay que tener en cuenta que no es lo mismo un capote o una muleta para un aficionado que para un profesional.
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